El domingo 16 de noviembre me dirigí hacia el museo del
alabado ubicado en el en el centro histórico de Quito específicamente en las
calles Cuenca y Bolívar
Al entrar en el museo vemos como este está dividido en diferentes salas, al entrar en la primera
sala observamos cómo estas culturas creaban unas
figuras antropomorfas o zoomorfas asexuadas que sirven como
representaciones de los ancestros, Estas representaciones simbolizaba su cuerpo
inmortal ya que este símbolo está lleno
de poder cósmico mediante el cual se asegura el flujo de energía entre nuestro mundo ya que los
indígenas recurrían a sus ancestros para
con el fin de prevenir cataclismos y enfermedades.
En la segunda sala observamos diferentes tipos de objetos
tallados y se nos daba las diferentes técnicas tales como: corte con piola,
tallado, pulido. Todas estas técnicas eran laboriosas y necesitaban precisión
ya que estos consideraban que transformar los materiales el barro, la piedra,
el metal, la fibra y diferentes objetos en una actividad espiritual
En la tercera sala nos presentan el tema de relaciones entre
fertilidad y abundancia representadas en la obra con figuras de animales que se
reproducen rápidamente especialmente en los tiempos de cosecha. También vemos
el tema de los mundos paralelos que en la cosmovisión y como está compuesta por
múltiples mundos paralelos clasificados en tres; el supramundo y el inframundo,
de ancestros y espíritus buenos y terrenal que es el mundo de en medio, que es
el mundo en el que habitamos.
La cuarta sala con el tema del eje del mundo muestra
representaciones de Chamanes en posturas verticales y ceremoniales de rito,
además de elementos simbólicos, tales como la espiral y la chakana, objetos
rituales, accesorios y ornamentos propios de estos grupos sociales y usados en
ceremonias religiosas. Como mencionamos antes la creencia de mundos paralelos
para los indígenas existía un conducto de comunicación entre los mundos
paralelos; el axis mundi en el cual el chamán existente en la estructura
cósmica para establecer la conexión entre su comunicad y los otros mundos. Para
que los chamanes establezcan conexión entre diferentes mundos hacían uso de
tumbas, manantiales, cavernas, espejos, troncos a estos elementos se les conoce
como portales. Una representación de
axis, mundi es el árbol de la vida en el cual tiene sus raíces en el
inframundo, atraviesa nuestro mudo para desplegar sus ramas en el supramundo.
Como pudimos analizar antes el chamán era de los elementos
más importantes de las culturas precolombinas y en la sexta sala busca explorar
el mundo de los líderes, tanto religiosos como militares. En la estructuración
socio cultural de nuestras civilizaciones antiguas, los chamanes estaban a
cargo, entre otras cosas, de combatir los malos espíritus, realizar rituales,
ceremonias y curaciones, e involucrarse en las decisiones políticas de estas sociedades.
En cambio, la milicia combatía en los eventos de guerra y conquista. Ellos eran
los sabios, médicos y botánicos quienes contactaban con los otros planos,
espíritus y animales. Su gran conocimiento de las plantas hacía que preparen
mezclas estimulantes y en algunos casos alucinógenas, las cuales se usaban en
variados rituales de carácter agrícola, bélico, o funeral.
Los chamanes eran capaces de trasladarse a otros mundos y con
ello se transformaban en bestias antropomórficas para estar listos para la
batalla además de todo eso los chamanes como guerreros debían ser fuertes y
sabios, por lo que les competía también un entrenamiento espiritual. Los ritos
de guerra, como los sacrificios y la posesión de cuerpos ajenos fueron
prácticas esenciales y muy extendidas en las culturas precolombinas.
La séptima sala nos presenta el tema del mundo de las elites
quienes fueron un grupo social que manejo el poder y liderazgo e el pasado
quienes se distinguieron a sí mismos como depositarios de energía vitales. Estos
líderes estaban encargados del liderazgo, las decisiones políticas, económicas
y administrativas de sus pueblos. Esta clase social estaba conformada por
individuos con poder económico, religioso y, en algunos casos, militares de
alto rango. Los materiales distintivos de las élites fueron el oro y otros
metales.
Asegurar la fertilidad y la reproducción era responsabilidad
principal de las autoridades religiosas y políticas. Dar vida y nutrirla
privilegio de las mujeres.
Ya en la última parte del recorrido guarda una selección de
las piezas más bellas o más simbólicas de la colección.
Como conclusión podemos decir que las culturas
precolombinas estuvieron muy ligadas
al flujo de energía espiritual y como estaba inmersa en todos los aspectos
de su vida como la fertilidad, buenas
cosechas, la muerte, la medicina y como plasmaban estos aspectos de su vida en
las diferentes figuras.
¿Qué es esto?
El Museo de Arte Precolombino instalado en una casa
construida en el siglo XVII, el museo custodia un patrimonio arqueológico
rodeado por un enorme jardín vertical,
es una muestra de la capacidad técnica, iconográfica y simbólica de los
artistas que poblaron nuestro país antes de la colonia. Este espacio constituye
un llamado de atención sobre el interés creativo de nuestras culturas
Precolombinas y la importante herencia artística y cultural que nos dejan.
¿Cómo lo hicieron?
Esta casa del siglo XVII fue construida siguiendo una
práctica arquitectónica que combinaba lo hispano con lo aborigen. Su evolución
como lugar de residencia es representativa de la integración de ambas
civilizaciones y el protagonismo de las técnicas indígenas en la arquitectura
del nuevo mundo. La Casa del Alabado se construyó en un área densamente
poblada, ubicada entre las plazas de San Francisco y Santa Clara.
Originalmente, la casa contaba con seis patios, siguiendo el patrón clásico de
la casa colonial española.
¿Para qué lo hicieron?
Lo hicieron con el fin de preservar, investigar y difundir
los bienes patrimoniales de las culturas precolombinas de Ecuador a través de
actividades y programas dirigidos al público tanto general como académico.
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